¡Hola, hola!
En la entrada anterior hablamos a fondo de los síntomas característicos de una relación tóxica. Fue una pequeña reseña de acciones reales que se suelen ver dentro de una relación y, lo más increíble, es que son más comunes de lo que se cree. Entonces, podemos caer en asumir que ciertas acciones son normales, cuando en realidad no lo son.
Por eso, una vez identificado esto, veamos cómo podemos afrontarlo sin dejar nuestro corazón, cuerpo y alma en un cajón o, en el peor de los casos, desatar nuestra caja de pandora.
¡Ánimo, amiga!
No le temas a cuestionarte o titubear… ¡Empieza a hablar contigo misma!
Muchas veces dudamos de nuestro potencial, de cómo pensamos o de nuestra percepción de la vida. A veces solemos tratarnos mal, incluso. Otras pocas veces nos viene un bajón tan grande que solo piensas: ¿Será que yo funciono para esto de verdad?
Déjame decirte que es normal tener altos y bajos. Lo que no es normal es tratarte o cuestionarte tanto que te autotiras por el barranco emocional. Aquí me refiero a que te lanzas a ti misma, te envías un mensaje de desprecio cuando debía comunicar amor propio.
Según Silvia Congost, en su ebook Quien te quiere no te hará llorar, explica que en muchas ocasiones no hay dependencia emocional en una relación, pero existiera o no, “nuestro problema es que no nos planteamos si estamos bien o no, si es lo que queremos o no y si quizá deberíamos hacer un cambio. A lo mejor no tenemos ninguna dificultad en dejar la relación si vemos que no funciona, pero no nos lo habíamos ni planteado”.
Por eso, te invito a que hables contigo misma. Háblate fuerte y claro, sé honesta contigo misma, comunica lo que hace sentir tu corazón triste y arrugado. Cuestiona cuántas veces sonríes, piensa en sí eres feliz. Y si necesitas una lista como especie de paso a paso, puedes empezar así:
- ¿Te gusta cómo estás ahora?
- ¿Te sientes bien contigo misma?
- ¿Qué cambiarías de ti?
- ¿Sientes que puedes hacer cosas por ti misma? Enuméralas.
- Piensa en todas tus responsabilidades.
- ¿Cuáles son tus virtudes? ¿En qué eres buena?
- ¿Crees que debes cambiar algo en tu vida?
- ¿Le amas?
- ¿Te ama a ti?
Estas pequeñas preguntas te permitirán estimar un norte, una meta hacia donde deseas llegar. Por supuesto, ya estás en el punto de partida. El aquí, el ahora. No hay otro donde buscar. Ahora, piensa en cuál será tu siguiente paso. Una vez lo determines, puedes aplicar cualquiera de estos consejos.
3 tips poderosos para sobrellevar una relación tóxica
Dialoga con tu pareja y comunica tus sentimientos
La comunicación siempre ha sido la batuta en cualquier relación. Si deseas de todo corazón continuar con tu pareja actual, entonces plantéate cómo le comunicarías tus sentimientos. No dejes nada por fuera, sé completamente sincera y escúchale.
Recuerda mantenerte serena, sé objetiva y piensa en lo que se debe de arreglar. Evita a toda costa empezar a gritar, insultar o repetir las acciones que estás pidiendo se detengan. Recuerda que hay que dar para recibir.
Si vas a cambiar, que sea ahora
No dejes para mañana lo que se puede hacer hoy. Si desde este momento estás decidida a comunicar, entonces hazlo. Si lo aplazas, entonces nunca lo compartirás y las cosas seguirán sucediendo sin dirección. Además, como recomendación, aleja esos pensamientos o metáforas sobre el tiempo.
Luz Reina, psicóloga, fomenta que “las relaciones siguen una inercia y una dinámica que es muy difícil de
cambiar. Si lo que vives no te gusta ni te hace feliz, debes cambiarlo tú mismo y no esperar a que cambie por sí solo”. Así que deja de esperar para hacer tu gran debut, tu felicidad corre riesgo.
No le temas a la terapia de pareja
Si tu pareja acepta y se compromete contigo, no temas en acudir a un profesional. Es posible que puedan encontrar el camino que reaviva el amor o desarrollen un final más seguro para ambos donde nadie saldrá del todo lastimado. El tiempo, la costumbre y la añoranza siempre harán de las suyas, pero siempre podrás hacerlas a un lado para encontrar el equilibrio.
3 maneras de terminar una relación tóxica (evitando) los horrores de Pandora
Existen dos maneras de terminar este tipo de relaciones: abriendo (o no) la caja de Pandora. Al final, todo dependerá de qué tipo de relación estés inmiscuida, tus capacidades y qué tan dispuesta estés a llevar a cabo alguna de estas opciones.
Deja claro tu decisión y que sus tácticas ya no hacen efecto en ti
Esta es una vía sana, la más pasiva, donde se busca el razonamiento de tu futura ex pareja. La comunicación, como siempre, debe ser objetiva y clara, sin dejarte llevar por las ramas del asunto. Es posible que, si tu caso es de violencia, debes saltar al siguiente consejo de inmediato.
Ahora bien, si tu futura ex pareja es receptiva, entonces puedes considerar que el final de la relación puede llegar a desenvolverse bien. En cuanto a las tácticas, mantente firma y no te permitas caer. Tú eres más fuerte, inteligente y astuta, así que saca ventaja de ello.
Apóyate en familiares y amigos condicionales
¿No coopera y sientes que no te dejará ir? Situaciones delicadas como estas son más probables cuando estamos dentro de una relación tóxica. Aunque la idea no suene muy tentadora, porque tal vez estás ocultando tus problemas de pareja, siempre vendrá bien una mano amiga.
La familia es un refugio seguro, mientras los amigos serán las vías para comunicarte con tu familia. Esta conexión es tu propio 911 al que puedes llamar en estos casos. Si necesitas ayuda para trasladarte, maniobrar con ciertas acciones violentas o solicitar acuerdos legales, puedes estar segura de que tu familia se plantará como un roble durante todo el proceso.
Llévalo al siguiente nivel: asume tu derecho ante la ley
Este es la opción a la que todas tememos. Es casi considerado como una opción innombrable, pero existe. Llegado este punto es porque tu relación fue un caso grave de abuso, acoso o maltrato a gran escala. Al punto en que tu pareja no colaboró y prefirió otras vías menos diplomáticas.
Si sientes que tu vida corre peligro o la persona ha transmitido amenazas de gravedad, entonces puedes apelar por la ley y solicitar órdenes de alejamiento, arrestos o un juicio.
Por último, recuerda:
Por muy oscuro que se torne la noche, siempre está la promesa de un nuevo día; así como el arcoirís después de la tormenta o el calor trás un invierno terrorifico.
En tu caso, solo tienes una decisión importante que tomar para caminar a tu propio final.
Es hora de tomar acción por ti misma. ¿Estás lista? ¡Cuéntanos en los comentarios!