Crecimiento personal

¡Hola, hola!

Últimamente hemos estado volcados en el tema del amor propio y, aunque puede sonar pesado, queremos ayudarte a mejorar la relación interna que tienes contigo misma.

Seguro encontrarás entradas sobre cierres de ciclos, reflexiones, tips de cuidado corporal e incluso algunas lecturas recomendadas sobre el tema.

Y, a pesar de que hablaremos de libros, lo haremos diferente. Es tiempo de cambiar la dinámica, aprovechando una pequeña selección novelas que promueven de forma implícita los actos de amor propio.

Esperamos tengas papel y lápiz, porque estos libros podrían cautivar.

¿Lista?

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¡Hola, hola!

¿Cómo están?

Hace poco, escuchando una ponencia de Mago Gore donde citó a Fitzgerald (autor del Gran Gastby) así: “yo hablo desde la autoridad que me da el fracaso” y luego afirmó:

Por eso me he dedicado a compartir en mis libros mis fracasos. Porque creo que compartir mis fracasos es más valioso que compartir éxitos.

Lleva a pensar que estamos acostumbrados a triunfar sin más. A mantenernos con los ojos vendados ante el sacrificio. Por eso, las palabras para describir un día a día común pueden ser: procrastinación, falta de interés y poca fuerza de voluntad.

Pero, ¿es así realmente? Hablando de fuerza de voluntad, claro.

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¡Hola, hola!

En la entrada anterior hablamos a fondo de los síntomas característicos de una relación tóxica. Fue una pequeña reseña de acciones reales que se suelen ver dentro de una relación y, lo más increíble, es que son más comunes de lo que se cree. Entonces, podemos caer en asumir que ciertas acciones son normales, cuando en realidad no lo son.

Por eso, una vez identificado esto, veamos cómo podemos afrontarlo sin dejar nuestro corazón, cuerpo y alma en un cajón o, en el peor de los casos, desatar nuestra caja de pandora.

¡Ánimo, amiga!

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¡Hola, hola!

Hay temas que nos afectan diariamente, pero que no solemos estar dispuestas a hablarlo en voz alta. Nos entra un temor tan grande que casi sentimos que estamos haciendo algo prohibido. Y, ¿sabes qué?

NADIE, nunca en toda su vida, debe sentirse reprimido.

Entonces, ¿por qué Dios nos ha otorgado el libre albedrío?

La respuesta es más sencilla de lo que parece: Fue para permitirte decidir por ti misma, no para que alguien más ajuste tu vida, decisiones y gustos a su merced.

Eso es solo la punta del iceberg dentro de las acciones tóxicas. De eso no cabe duda. Además, así como existen este tipo de acciones negativas, si se empiezan a cultivar dentro de una relación sentimental o amistosa… ¡Ya pueden ir adivinando el resultado!

Hoy hablamos de relaciones tóxicas, ¿te apuntas?

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