¡Hola, chicas!
¿Saben qué?
Un gran porcentaje de personas llegan a tocar fondo con frecuencia, pero no todos logran superarlo. Todo nace porque nos hiela la sangre el pensamiento de tocar fondo, como si fuese un acto impuro e imperdonable.
Esta creencia está fundamentada desde la infancia, en la mayoría de los casos. Básicamente, porque nos han enseñado a triunfar en el primer intento; por eso, al intentar algo nuevo (como un deporte o un nuevo hábito) le damos con todo, pero al no conseguir resultados rápidos, se nos viene el mundo encima.
¿Te suena familiar? A mi igual.
Escucha atentamente a tú yo interior
Tu lógica podrá decirte y repetirte, así como Pepe Grillo a Pinocho, que debes tener paciencia porque el proceso es lento; que los resultados valdrán la pena y demás… Aun así, te sonará a cháchara cliché porque lo dice todo el mundo.
Es un poco cruel, lo sé y lo siento; pero porque ahora estés en una situación similar no quiere decir que no vayas a cambiar, ¿cierto?
¡Ahí es donde empieza el verdadero poder! No dejándose arrastrarse por la corriente, sino luchando contra ella.
Es hora de hacerse responsable de nuestros actos y pensamientos
Ahora que ya te escuchaste, es tiempo de aceptarse por completo. Te aseguro que tendrás miedo, pero mira:
Eres tú con tu alma.
¿Por qué seguirás mintiéndote a ti misma?
Piensa. Analiza. Reflexiona. Acciona.
Este paso puede ser el más difícil de todos, pero es un gran avance. Una vez te aceptes, cumplas con los pasos citados y empieces a aceptarte tal cual cómo eres podrás empezar a indagar en tu interior.
Aunque el camino suele ser más fácil con un profesional de la mano, esto no es un obstáculo para que empieces ahora mismo con ello. Lo importante es no retroceder, sino seguir avanzando.
Medita, conecta con tú yo interior y encuentra tu pasión
El ejercicio de la meditación es muy poderoso para empezar a crear una relación contigo misma. Sin barreras, totalmente sincera y real. Llegado este punto te aconsejo que te mimes, saques tiempo para hacer cosas que te gusten o poner en práctica el cierre de ciclos.
Cualquier actividad que te ponga en sintonía contigo será un acto que sume a tu proceso de impulso.
Ahora bien, descubrir tu pasión puede ser frustrante si empiezas a dar bastonazos como ciego, ¿vale? Así que, ve con calma, piensa, investiga y permítete bañarte en información de valor que te ayude a dar con ella.
¿Cómo sabrás que es tu pasión? El sentimiento suele cambiar para cada persona, pero cuando sientas que tu cuerpo vibra, se alegra y salta de la emoción… Ahí será.
El verdadero valor de tocar fondo está en el renacimiento espiritual
Esto es una afirmación a grandes rasgos. Luego de tocar fondo comprendes que hay algo escondido detrás, tal vez un ingrediente que te faltaba para completar tu mix interior para encontrarte a ti misma.
Lo cierto es que tocar fondo es un sinónimo de quebrarse, sí. Específicamente, un quiebre emocional, más no de un fin. Ahí es donde está el oro porque:
Tocar fondo es una nueva oportunidad que te da la vida para entender que no estás en el lugar correcto.
Por eso, te incita a saltar con todo tu impulso para seguir en la carrera.
Estos son los momentos que debes sacarle provecho al máximo, porque son revitalizadores. Aunque, más importante aún, te permitirán crecer espiritualmente y, a partir de ahí, tu crecimiento en otros ámbitos de tu vida se multiplicará sin que te percates.
Por último, te dejamos una frase poderosa de una mujer inquebrantable:
Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre. Pero con frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no somos capaces de ver la puerta que se ha abierto frente a nosotros
-Hellen Keller
¿Nos vemos en los comentarios?